OPINIÓN

C’s y su contrato único

Artículo de opinión de Ramón Aguirre, candidato número 2 al Congreso por el PP de Guadalajara

Jueves 17 de diciembre de 2015
Con las elecciones a la vuelta de la esquina y con el debate del mercado laboral en auge, volvemos a tener sobre la mesa, de nuevo, una propuesta de contrato único para regir las relaciones entre empresas, todas, y los trabajadores, todos. Eso sí, y también de nuevo, alguien se ha olvidado de analizar en profundidad la realidad ocupacional de este país, las características de las empresas, sus necesidades, sus demandas formativas, la oferta de mano de obra, etc. ¿o alguno de ustedes ha escuchado junto con la propuesta un análisis de lo que los empresarios necesitan? Me refiero especialmente a las micro, pequeñas y medianas empresas, que constituyen el grueso económico de nuestro país y generan una gran parte del empleo y valor añadido, en algunos casos con sus patrimonios detrás. Hoy, en estas líneas les propongo un análisis breve, pero con contenido, de las consecuencias de esta no tan nueva propuesta.

Analicemos, en primer lugar, la propuesta de contrato único. Como su propio nombre indica se trata de eliminar los múltiples tipos de contratos existentes en el mercado laboral actual para permitir uno único, indefinido y válido para todos los trabajadores indistintamente. Adicionalmente, se propone una aportación del 1% por parte de la empresa que componga la indemnización al trabajador en caso de despido. Por parte del Gobierno, se bonificaría la seguridad social a empresas que despidan menos.

A primera vista, para los no iniciados, el tema suena bien. Se simplifican los tipos existentes, y la indemnización del trabajador se arrastra durante toda la vida laboral repercutiendo su coste progresivamente. Ahora bien, los grandes problemas de este contrato tienen su base en la flexibilidad que el mercado laboral necesita. Flexibilidad en el sentido más amplio, no en el sentido de facilidad de despido.

Desde el punto de vista de la oferta, no tiene las mismas características un trabajador del sector agrícola que uno del sector industrial o de servicios. Las características de la producción, las necesidades de personal, las cualificaciones, son completamente distintas y hacen necesario un tratamiento distinto. Desde esta perspectiva, unificar todos los sectores bajo un único paraguas contractual es sencillamente encorsetar el mercado laboral y también el de producción. Por otro lado, las necesidades puntuales de plantilla deben cubrirse con trabajadores eventuales. No con trabajadores fijos con día de despido prefijado. Salgan a la calle, ahora que estamos en navidades, y entren en cualquier tienda de barrio que tenga el grueso de sus ingresos en esta época. ¿Creen ustedes que el propietario del establecimiento lo que necesita para contratar más es un contrato fijo como única modalidad?

Los problemas que hoy tenemos en el mercado de trabajo tienen su fundamento, en buena parte, en la brecha formativa que tenemos entre lo que ofrecen los trabajadores y lo que demandan las empresas. Hay que formar trabajadores conforme a un mercado dinámico, globalizado y en continuo cambio. Esto también es flexibilidad del mercado de trabajo.

Si decretamos un contrato único, vamos a tratar de resolver problemas del siglo XXI, de una economía global, con terapias de la época de las relaciones industriales del siglo XX. El contrato único supone dotar de mayor rigidez al mercado laboral, y la palabra rigidez en ámbitos laborales es sinónimo de mayor desempleo y menor competitividad.

Después de muchos años de crisis no debemos experimentar marcos laborales que no son aplicados en ningún país de la Unión Europea, como es el caso del contrato único que propone C´s, máxime si lo que se consigue con su aplicación es dar carta de naturaleza al despido sin causas o lo que es lo mismo, un eufemismo para ocultar que se están amparando despidos más baratos.

Después de muchos años de crisis, de destrucción de empleo, de creación de desempleo, no nos podemos permitir equivocarnos de nuevo. Y menos después de alcanzar una creación de empleo en los últimos doce meses superior al medio millón de personas. Necesitamos propuestas sensatas, bien analizadas, bien estudiadas, bien trabajadas y que se correspondan con lo que los agentes económicos involucrados demandan.

Ramón Aguirre
Candidato número 2 al Congreso por el PP de Guadalajara

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