GUADALAJARA

La situación del bosque fósil de la Sierra de Aragoncillo llega al Congreso de los Diputados

UPyD ha presentado dos preguntas con el fin de que, teniendo en cuenta la legislación vigente, se apliquen las medidas adecuadas para la protección de este singular paraje

REDACCION | Lunes 29 de junio de 2015
La situación de abandono en la que se encuentra el Bosque Petrificado de la Sierra de Aragoncillo ha llegado hasta el Congreso de los Diputados con el objetivo de que se apliquen las medidas de protección necesarias para salvaguardar este excepcional paraje. En este sentido, el Grupo Parlamentario de Unión Progreso y Democracia (UPyD) ha presentado dos preguntas para que el Gobierno responda sobre “¿qué acciones piensa adoptar para, en cumplimiento de la legislación vigente, proteger este Patrimonio Natural insustituible?” y “¿cómo piensa evitar el constante deterioro que por la presión humana está sufriendo desde hace décadas el Bosque Petrificado de la Sierra de Aragoncillo?”

Este bosque fósil constituye un paraje único en el mundo, tanto por su antigüedad, como por la excepcional conservación de las estructuras vegetales de algunos árboles, que incluso se conservan con sus raíces en posición de vida. De hecho, el valor de este enclave se reconoce en la Ley 42/2007, dentro del Inventario de Lugares de Interés Geológico que se incluye en el también Inventario Español del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad. Según esta ley, los lugares recogidos “deben ser, al menos, representativos de las unidades y de los contextos geológicos de España de relevancia mundial”. En este sentido, en el Anexo VIII, aparecen las series mesozoicas de las Cordilleras Bética e Ibérica, en las que está incluido el Bosque fósil de la Sierra de Aragoncillo.

Además, esté lugar de interés geológico, está incluido por su singularidad, dentro del Proyecto “Global Geosites” (2000-2007) desarrollado por la Unión Internacional de Ciencias Geológicas con el patrocinio de la UNESCO y en cuya definición han colaborado más de 70 especialistas. Mediante este proyecto se han detectado 144 geositios en nuestro País que constituyen la aportación española al Patrimonio Geológico Mundial y entre los que se encuentra este enclave con el código 55 MZ003 “El Pérmico y el Triásico del Señorío de Molina”, Guadalajara Castilla-La Mancha.

Recientemente, este bosque fósil ha sido incluido dentro del Geoparque de la Comarca de Molina de Aragón-Alto Tajo, una distinción que otorga la Red Europea (European Geopark Network- EGN) y la Red Global de Geoparques (Global Geoparks Network (GGN), bajo los auspicios de la UNESCO, a los territorios que contienen un patrimonio geológico excepcional, que es necesario conservar y que puede ser utilizado como motor para el desarrollo local. Los Geoparques aspiran a ser uno de los principales programas de la UNESCO, dentro del Programa de Ciencias de la Tierra, junto con otros más conocidos como el de Patrimonio de la Humanidad o el de Reservas de la Biosfera. A pesar de que la legislación y normativa vigente, tanto Autonómica, como Estatal y Europea, obligan a la protección de este Patrimonio Natural, el Bosque Fósil de la Sierra de Aragoncillo permanece desamparado y sin ninguna figura que lo proteja de la sobrepresión humana y el expolio, por lo que solo cabe esperar que iniciativas como ésta acaben pronto con la situación de este yacimiento de enorme valor científico y cultural.

Sobre el bosque fósil de la Sierra de Aragoncillo
El bosque petrificado de la Sierra de Aragoncillo constituye uno de los mejores yacimientos paleontológicos de estas características y de esta edad (casi 300 millones de años). En Europa no existe nada similar con esta antigüedad y sólo en China puede encontrarse algo comparable. Se trata de un antiguo bosque en el que predominaban los helechos arborescentes y las coníferas, que fue arrasado por las emisiones volcánicas que tuvieron lugar en esta época de la historia de Tierra. De manera similar a lo que ocurrió en Pompeya, el bosque quedó sepultado por cenizas y piroclastos y se dieron unas condiciones físico-químicas tan singulares que permitieron la fosilización casi perfecta de las células de la madera y la conservación de los frondes de algunas plantas. Este proceso llamado permineralización por los especialistas consiste en la sustitución de las células vegetales por la sílice que aportan los fluidos volcánicos. Algunos trocos fueron arrastrados por las oleadas de material volcánico, pero otros permanecieron en posición de vida y pueden verse hoy día con sus raíces hundiéndose en el antiguo suelo que les daba soporte. Además, también se han conservado el polen y las esporas de las plantas que vivieron en esa época y que permiten estudiar el clima en el que se desarrolló la vegetación en el entorno del Señorio de Molina.

TEMAS RELACIONADOS:


Noticias relacionadas