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Los inversores extranjeros congelan hasta las generales "todo lo que dependa del BOE"

Revista de Prensa.- El Confidencial

El lunes estaba previsto el cierre de una gran operación por parte de un gigante extranjero. Sólo faltaba la última firma. Pero no se produjo.

Viernes 29 de mayo de 2015
Una orden desde más allá de los Pirineos paró todo. "Es cuestión de días, pero, tras el resultado electoral del domingo, han preferido esperar a que se aclare el horizonte", declara una persona próxima.

Este caso, real, está siendo una nota dominante en el mundo empresarial español tras la incertidumbre política surgida de los comicios municipales y autonómicos del 24 de mayo. La misma escena y las mismas preguntas –"¿Nos puedes explicar los resultados? ¿Son extrapolables a las elecciones generales?"– se repiten en casi todas las firmas vinculadas al mundo corporativo y financiero. Quienes lanzan esas interrogaciones son los de arriba, los de la matriz ubicada en Londres, París, Fráncfort o Nueva York. Quienes las reciben son los responsables de sus delegaciones en España.

Y la razón de plantearlas es muy básica: quieren saber si España sigue siendo un país lo suficientemente estable como para invertir aquí.
¿Y cuál es el primer veredicto? No se espera una diáspora, pero sí un frenazo en las operaciones y las inversiones hasta ver cómo cuajan las alianzas y, sobre todo, cómo se saldan las elecciones generales previstas para este año.

Los grandes inversores internacionales, que han disparado hasta los 14.000 millones sus compras en España en 2014 tras dos años de caídas, han dado orden de poner pie en pared, un frenazo que va más allá de los grandes proyectos inmobiliarios previstos en ciudades como Madrid o Barcelona, donde el auge de Ahora Madrid y Barcelona en Comú, marcas locales ligadas a Podemos, han dejado en el aire desarrollos tan importantes como Operación Chamartín o las ventas de la Empresa Municipal de la Vivienda Social (EMVS).


¿Luz roja? No, pero sí naranja

El denominador común consiste en que la prima de riesgo política, que se había apaciguado en los últimos meses, ha vuelto a subir. "No sólo por España, también hay que incluir a Grecia en la ecuación", matizan desde otra sociedad. "Pero España, desde luego, influye, y posiblemente esta sensación se mantendrá hasta las elecciones generales", añaden.

La agencia de calificación Moody's, que bajó el rating de España sin miramientos durante la crisis, coincide con el temor por las consecuencias del cambio político que se puede avecinar a la vista de las elecciones municipales y autonómicas. Su vicepresidenta, Sarah Carlson, señala que lo más importante es la continuidad y la previsibilidad de las políticas económicas; por eso, les preocupa que estos principios se quiebren... que es lo que pretenden precisamente formaciones como Podemos. En todo caso, considera que será mucho más complicado aprobar las reformas que quedan pendientes.

"Los resultados han generado recelos, sobre todo pensando en las elecciones generales. Por el momento, no se ha encendido una luz roja, pero sí la naranja. Los inversores están a la expectativa", describen desde una firma de inversión española en contacto con inversores extranjeros. "Los inversores llevaban cinco o seis trimestres muy calientes con España, pero el resultado de las elecciones supone un aviso y ahora se lo van a pensar a la espera de las generales, sobre todo en el sector inmobiliario", añaden desde una gestora de fondos.

Grandes inversores estadounidenses, chinos, indios, europeos o latinoamericanos han confirmado a El Confidencial que han dado órdenes de frenar las inversiones. En algunos casos, aquellos que fundamentalmente están analizando operaciones entre privados y sobre activos con todas las licencias en regla, el toque de queda inicial ha sido de entre tres y cuatro semanas, el tiempo necesario para analizar realmente el impacto del 24-M. Otros, fundamentalmente aquellos cuyas partidas se están jugando en un nivel más local o autonómico, han decidido esperar hasta septiembre, a la espera de conocer los nuevos Gobiernos. "Nos han comunicado que todo parado hasta septiembre", señala el representante de un inversor asiático.

Sin embargo, muchos han dado orden de esperar hasta las generales. "Ayer mismo, un inversor me dijo que no comprometía más dinero hasta después de las generales", confiesan desde un fondo inmobiliario. "Orden como tal no hemos recibido, pero vamos a ser cuidadosos", reconocen desde una gran firma de capital riesgo, actualmente inmersa en varias operaciones. "Los inversores han levantado el pie del acelerador a ver cómo evolucionan los pactos", apuntan desde un family office, donde insiste en que "también Grecia crea incertidumbre".

Operación Campamento, Sareb...

Centrando el punto de mira, las alusiones se concentran en el sector inmobiliario, especialmente por la incertidumbre que se abre en los dos grandes núcleos de actividad, como son Madrid y Barcelona. Pero no es el único sector que recibe referencias. Junto a él aparecen principalmente el constructor y el energético, y en un segundo escalón el financiero. En general, aquellas industrias más vinculadas a la regulación y el control público. "Los señalados son los sectores más regulados. Todo lo que depende del Boletín Oficial del Estado", aseguran desde otra gestora internacional con delegación en España.

Los efectos ya se están notando. Como un fondo de infraestructuras con intereses en España, que ya ha tomado la decisión de "no hacer nada hasta que terminen las elecciones".







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