Pasión por el nuestro

Iván Fandiño es uno de los nuestros. Ha quedado claro en la segunda cita de la feria de la capital. El torero afincado en Tórtola de Henares se entregó a su plaza de adopción y el público le correspondió. Ha levantado una tarde marcada por la poca colaboración de sus oponentes de Jandilla. SIGUE

Lo mejor llegó en el quinto, que volvió a brindar al público, tras haberles ofrecido el primero.

Inició la labor con un emocionante péndulo en los medios. Luego citó de largo con la diestra, y ligó una serie rotunda. Al natural bajó el animal para acabar de nuevo con la diestra. Unas ceñidas manoletinas precedieron a un estoconazo y el justo premio de las dos orejas.

Ya llevaba tres orejas Fandiño antes de ese toro. Una de cada uno de sus oponentes, excepto el primero al que pinchó. Fueron labores de doctor en tauromaquia, dando a los animales lo que necesitaban para mantenerse en la muleta.

En el sexto se jugó el tipo y consiguió sacarle naturales importantes. En los postrimerías fue volteado feamente y tras unos minutos de susto y mareo se tiró a matar y fue ovacionado.

Toros de Jandilla. Nobles aunque sosos. El 5º, el de mejor condición.

Iván Fandiño, en solitario. Silencio, oreja, oreja, oreja, dos orejas y ovación.

Las Cruces. 2ª de abono. Lleno aparente, en tarde agradable.