Halloween

El arzobispo de Toledo y Primado de España, Braulio Rodríguez, ha manifestado su opinión sobre Halloween calificándola, entre otras cosas, como "una fiesta pagana de mal gusto" en la que no hay "buenos sentimientos" y en la que sólo "se asusta y se da miedo". Comprendo sus palabras y su condena pero no puedo compartirlas. No soy nada partidario del dichoso Halloween que hoy por hoy no deja de ser una fiesta absolutamente comercial pero que no se opone a nada y no enfrenta a nadie. SIGUE

He visto familias disfrazadas de cosas raras pasando la tarde de Halloween tan divertidas y al día siguiente, acercarse hasta el cementerio a recordar y poner flores a sus difuntos.

Po r otra parte el obispo sabe mucho mejor que yo que la mayoría de las festividades católicas son traslaciones de fiestas paganas o religiosas cuya tradición era muy anterior al nacimiento de la Iglesia. Y esto ocurre también con Halloween cuyo origen en una festividad nada menos que celta conocida como Samhaina y que la Iglesia asumió como Día de todos los Santos aunque para ello tuvieran que trasladarla de fecha: del 13 mayo al 1 de noviembre.

A partir de ahí unas cosas sobrevivieron, otras desparecieron y la mayoría se transformaron y se mixtificaron hasta llegar a lo que hoy la mentada fiesta de la calabaza: una bobada inocente con la que hacen su agosto, sobre todo, los comercios antes llamados de todo a cien y en la que no hay sino imaginación, risas y chuches.

Por eso no entiendo muy bien las duras palabra del Primado hacia una realidad que no daña nada, pero nunca como en esta ocasión habrá que concluir con el respetuoso “doctores tiene la Iglesia”

a.aberasturi