Roca Pulpito en Noruega, en la región de Stavanger
La víctima era Diego García Calleja, de Valladolid, estudiante de ingeniería que se precipitó al vacío al intentar hacer unas fotos
Miércoles 22 de octubre de 2014
Un turista español falleció este martes al caerse de la cima del Preikestolen (El Púlpito), una formación rocosa a más de 600 metros de altura en el sur de Noruega y que es una popular atracción turística, informan hoy medios locales. Diego García Calleja, natural de Valladolid, había viajado hasta allí con otras dos personas que conoció en la localidad de Stavanger, según ha confirmado Odd-Bjørn Næss, jefe de distrito policial, al periódico Aftenbladet. SIGUE
Cuando la víctima y sus dos amigos iban a abandonar la zona del accidente, este regresó a la cima para sacar probablemente más fotos, y poco después sus compañeros oyeron un grito, aunque no pudieron ver nada, según informa el diario local Strandbuen. A continuación, avisaron a la policía, que envió un helicóptero a la zona. Por problemas de visibilidad, el cadáver no fue encontrado hasta el miércoles, tras lo que fue trasladado al Hospital Universitario de Stavanger, donde se le realizó la autopsia.
La víctima era un estudiante de ingeniería de telecomunicaciones en la Universidad de Valladolid, y previamente había pasado por el colegio Compañía de María. En su currículum se definía como un joven que disfrutaba formando parte de equipos internacionales y aseguraba que le gustaría trabajar en el extranjero. "Sé que no tengo experiencia suficiente porque todavía no he trabajado para una empresa", detallaba en inglés, "pero como persona que ama viajar, he desarrollado una apertura de miras que me permite pensar de otra manera, y como antiguo estudiante Erasmus, tengo la habilidad de desenvolverme en ambientes internacionales".
Lo que ha ocurrido es una tragedia, pero es algo que contábamos con que iba a pasar un día", declaró a la televisión pública NRK Kjell Helle Olsen, ex jefe de la Asociación de Turismo de Stavanger.
Cada año visitan El Púlpito unas 200.000 personas, lo que ha generado un debate sobre la necesidad de instalar barreras de seguridad en este monumento natural.
Los turistas que visitan la Roca suelen mantenerse a una cierta distancia del borde y los más atrevidos optan por acercarse al precipicio avanzando sentados o incluso reptando por el suelo, dado que no hay ninguna medida de protección.
Una portavoz del Ministerio español de Asuntos Exteriores y de Cooperación ha señalado que la cónsul en Oslo se mantiene en contacto con la familia del fallecido para ayudarle con los trámites de repatriación del cadáver, pero ha rehusado dar detalles sobre la identidad de la víctima o las circunstancias del suceso.
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