Hacia el siglo XXI

Parafraseando a Pepe Isbert, me asomo a este balcón para deciros que como arcipreste del año que soy, os debo una explicación, y esa explicación que os debo, os la voy a pagar: la edición, este año, del histórico Festival Medieval de Hita, está en peligro: no hay un euro en ningún sitio y los recortes en la Diputación, colocan al Ayuntamiento de Hita en una situación complicada porque el prestigio ganado a lo largo de decenas de años, no se puede perder de un golpe de crisis poniendo ante el espectador un espectáculo pobretón y cutre; SIGUE

Si hay que elegir entre la nada y lo mal hecho, mejor la nada. Esta visión mía pesimista terminará siendo derrotada por el entusiasmo de Hita, la colaboración, si no en euros, sí en otras ayudas de la “Dipu” y, tal vez, el “auxilio” de alguna institución bancaria. Os debía esta explicación y os la he pagado. Pero la segunda parte va más allá y corro el riesgo de que no se me entienda.

Hay en la provincia cuatro o cinco eventos medievalistas dignos de ser no sólo de ser conservados sino aireados más allá de nuestras fronteras. Pero me pregunto si no corremos el peligro de anclarnos en un estereotipo del que no conviene abusar. Guadalajara, puesta a pensar cosas, debe mirar más al futuro que al pasado, conservar sólo lo ya consolidado y sin escatimar pero abrirse al futuro con algo más que conciertos de Bisbal. No está mal reivindicar la Edad Media (tan incultamente despreciada) pero sería fatal quedarnos anclados ahí sin dar el salto al Siglo que vivimos.

a.aberasturi