Echániz en Guadalajara: “Castilla-La Mancha está a la cabeza en número de viviendas de apoyo para personas con discapacidad”

El consejero de Sanidad y Asuntos Sociales del Gobierno regional, José Ignacio Echániz, ha informado de que “en Castilla-La Mancha contamos con 83 viviendas de apoyo para personas con discapacidad, lo que nos sitúa a la cabeza del resto de comunidades autónomas en la implantación de este tipo de recurso residencial”.

Echániz ha hecho estas declaraciones durante la inauguración de las viviendas ‘El Hayedo’, en Guadalajara, dirigidas a personas mayores de 45 años con discapacidad intelectual y que necesitan supervisión continuada las 24 horas.

La vivienda con apoyo es la tipología de recurso con máximo grado de inclusión en la comunidad y, por tanto, el recurso que goza de más probabilidades de mejorar significativamente la calidad de vida de las personas que residen en ellas.

“A través de estas viviendas se trabaja para fomentar la igualdad de oportunidades de las personas con discapacidad, para que puedan acceder a sus derechos como ciudadanos con las mismas condiciones que el resto”, ha recalcado Echániz.

El titular de Sanidad y Asuntos Sociales ha manifestado que “estos recursos demuestran el compromiso de la presidenta Cospedal con las personas con capacidades diferentes. Un compromiso que ya quedó patente con la aprobación de la Ley de Garantía de Derechos de las Personas con Discapacidad de Castilla-La Mancha”, ha añadido.

Esta ley sitúa a Castilla-La Mancha en la vanguardia de las políticas de discapacidad en todo el territorio nacional, y afecta al 20 por ciento de la población regional que, de una u otra manera, sufre alguna discapacidad.


Viviendas El Hayedo
El Gobierno de Castilla-La Mancha ha invertido 900.471 euros para la gestión del recurso residencial de apoyo ‘El Hayedo’, formado por dos viviendas pareadas con un total de 24 plazas para personas con discapacidad. Se trata de dos edificios independientes con una superficie total construida de 1.429,09 metros cuadrados.

“Las viviendas se conciben como recursos residenciales abiertos a la comunidad, con el objetivo de que las personas que residen allí sean participes plenamente de la vida de la localidad”, ha explicado Echániz.

Cada vivienda tiene 10 dormitorios, 8 individuales y dos dobles, y todas las habitaciones disponen de baño individual. Además, los usuarios comparten una zona común con comedor, sala de estar, cocina, lavandería y plancha, despensa y almacén.