La Fundación Balia aplica en tres colegios de nuestra ciudad su programa educativo

Luis García, concejal de Educación, ha comparecido esta mañana en el Ayuntamiento para dar a conocer las actividades que la Fundación Balia realiza en tres centros educativos de nuestra ciudad.En el acto ha comparecido acompañado por Miguel Pérez, responsable de Comunicación de dicha Fundación; de Paloma Torres y Beatriz Ruiz, coordinadora y responsible del proyecto, respectivamente.

El propósito de la Fundación Balia, que inició su andadura en 2001 y está implantada en las comunidades de Madrid, Castilla-La Mancha y Andalucía, “es el de ayudar a niños y adolescentes de familias con dificultades económicas, favoreciendo su integración social y su futuro profesional”, tal y como ha señalado el también quinto Teniente de Alcalde.

Entre los objetivos del proyecto educativo que llevan a cabo desde la Fundación Balia figuran los de “combatir el fracaso escolar, potenciar la educación en valores y desarrollar la inteligencia emocional y el talento”.

El proyecto de Balia “atiende piscológica, educativa y socialmente” a niños y niñas de entre 3 y 17 años, con los que se trabaja en tres proyectos, según la edad de los participantes.

En nuestra ciudad desarrollan sus actividades en los colegios Alcarria, Cardenal Mendoza y Rufino Blanco. Desde hace dos años han atendido a más de 250 niños y niñas en riesgo de exclusión social. En la actualidad trabajan con un total de 78 alumnos, 26 por cada uno de los citados centros.

Desarrollo de la infancia
El logotipo de la Fundación Balia es una llave, lo que gráficamente identifica un proyecto en el que “la educación es la principal herramienta para salir de la pobreza y la exlusión”, tal y como ha explicado Miguel Pérez, responsable de Comunicación de esta entidad.

El nombre de la Fundación está tomado del sánscrito en cuya lengua Balia significa “desarrollo de la infancia”; objetivo principal de un proyecto que trabaja “con menores víctimas de una crísis que ellos no han creado”. En España uno de cada tres niños vive en riesgo de pobreza, ha explicado Pérez.

Balia tiene tres proyectos en marcha en los colegios de nuestra ciudad en los que trabaja. Uno para atención de niños de 3 a 12 años, otro para adolescentes de 13 a 17 y otro para adultos y jóvenes a los que se forma en nuevas tecnologías “para que los participantes mejoren su empleabilidad”.

La labor que realizan los educadores y voluntarios involucrados en el proyecto es la de “reforzar la atención académica buscando el éxito escolar y el desarrollo del talento”, porque “el éxito escolar es una inversión”.

Los participantes en este programa cuentan con la ayuda de seis educadores, dos por cada centro, una coordinadora para todos ellos y un voluntario en cada centro. El papel de los educadores y voluntarios es el de facilitar un refuerzo escolar con actividades que empiezan una vez finalizado el horario escolar. Les ayudan a hacer los deberes, les complementan con material específico sus conocimientos básicos y ejecutan actividades diversas para “desarrollar la inteligencia emocional y el talento que hay en cada participante”. También realizan actividades complementarias fuera de las aulas, como excursiones, visitas o campamentos de verano.

Entre los nuevos retos que se plantean de cara a un futuro próximo figura el de “seguir creciendo, porque la pobreza infantil no deja de crecer”, ha señalado Miguel Pérez.

Para alcanzar este reto, desde la Fundación Balia se plantean ampliar el rango de edad de los destinatarios para trabajar con alumnos de IES Aguas Vivas con los que ya se trabajó en los citados colegios.