La Cruzada del libro de texto

Hace 14 años la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha creó un sistema de gratuidad de libros que consistía realmente en un sistema de préstamo. La Junta compraba los libros para los alumnos, libros que habían decidido los departamentos didácticos de colegios e institutos, y estos libros se prestaban cada año pero se quedaban en “depósito” en el centro escolar de un año para otro. La gestión de todo esto recaía en los equipos directivos de los centros.

Es un método que podía gustar más o menos, considerarse más o menos justo, pero ahí estaba y funcionaba, todos los alumnos de centros públicos y concertados tenían libros gratis.

Con el paso de los años los libros, obviamente, se iban deteriorando. Al principio se reponían, cada vez se van reponiendo menos y llegan los recortes y se dejan de reponer, se acaba el plan de gratuidad. Hay lo que hay y lo que no hay…pues a buscarse la vida.

El problema grave ha llegado cuando por distintos motivos el número de alumnos en los centros ha variado considerablemente. Así tenemos en Guadalajara centros que han pasado de 3 a 5 líneas, esto es en número de alumnos, unos 90 alumnos más por curso. Y claro está, 90 libros más para cada materia. Libros que no hay porque ya no se reponen por parte de la Junta porque el plan de gratuidad se acabó. Los padres tienen que comprar los libros. La cuestión es que muchos de estos libros que se eligieron hace 14 años están descatalogados, esto es, ya no se editan y por tanto los padres tienen que iniciar una búsqueda por librerías, editoriales, amigos, para conseguirlos.

Muchos de nuestros escolares están estudiando con pdf y fotocopias (por otro lado ilegal) porque no hay libros para todos y porque no hay manera de conseguirlos. Pero tampoco se pueden sustituir por ediciones nuevas, hay que usar las que ya están hasta que entre en vigor la LOMCE en los niveles en los que no ha entrado este año. En fin, incomprensible y una pesadilla para muchas familias que quieren que sus hijos estudien en las mejores condiciones posibles.

En UPyD sabemos que la buena educación es cara, pero no es un gasto, es una inversión y nuestros políticos regionales tiene que darse cuenta de una vez, dejarse de subterfugios y emplear los recursos económicos necesarios para que realmente en Castilla La Mancha tengamos la educación de calidad de la que tanto hablan pero que nadie ve por ninguna parte.