La empresa y el tiempo

Para responder imaginémonos la escena de un matrimonio en el que los dos cónyuges trabajan (hagamos este esfuerzo imaginativo, dado que en la vida real lo que pasa es que ambos están en el paro). Se levantan de la cama, se duchan, y se comienzan a vestir. Ella coge unas sandalias abiertas por todos los lados o directamente unas chanclas. Él se pone calcetines y zapatos cerrados. Ella busca una falda corta. Él se pone pantalones largos. Ella duda entre un top sin mangas, escote más o menos generoso, espalda descubierta mucho o poco, tirantes estrechos o más estrechos. Él se pone directamente la camisa de manga larga abotonada hasta el cuello. Ella habrá terminado ya, pero él tiene que ponerse todavía la corbata y una chaqueta que tiene que utilizar precisamente cuando salga a la calle.

Total: ella va a trabajar como cualquier día del año. Él, cuando llega a la oficina, a las 9 de la mañana, ya está sudando. Cómo avanza el día y cómo termina es más de lo mismo. Él puede sudar lo que no está escrito, mientras ella protesta si el aire acondicionado está demasiado fuerte.

A mí me dan ganas de reír o de llorar cuando llega la primavera y alguien dice: ¡Qué bien! ¡Ya llega el buen tiempo! Efectivamente es así. El buen tiempo llega en marzo y se va en junio, para dar paso al mal tiempo durante el verano. Nadie en sus cabales (especialmente si es hombre y tiene que ir disfrazado de esta guisa al trabajo) puede decir que el verano es buen tiempo.

El buen tiempo se termina cuando pasa de los 25 – 30 grados. A partir de ese límite, sólo es buen tiempo si uno está en la piscina, en la playa, o a la sombra sin hacer nada especial.

Como sé a ciencia cierta que las mujeres estarán en desacuerdo con lo que digo, les reto a hacer lo siguiente: que se vistan durante una semana completa para ir al trabajo de la siguiente manera. Para comenzar, medias de entretiempo (no hace falta que sean las de invierno cerrado), botas o similares, pantalón hasta los tobillos, camisa hasta las manos, pañuelo anudado al cuello, y cuando salgan a la calle que se echen encima una chaqueta que las cubra completamente.

Cuando llegue el viernes (no hará falta esperar tanto), sabrán distinguir entre el buen tiempo y el verano (el buen tiempo es lo que viene antes y después del verano).

@agarciaal