Pedro Solís proyectó en Trillo su enorme humanidad

En esta ocasión el invitado de lujo ha sido Pedro Solís, reputado director cinematográfico y “persona muy cercana y buen amigo”, dijo sobre él en su presentación Juan Jesús Batanero, miembro de la Asociación. Batanero aseguró que Solís tiene un don especial en los menesteres cinematográficos. “Película que toca, la convierte en Goya”, afirmó, haciendo referencia a que ha ganado dos, por sus obras La Bruxa, y Cuerdas.

Antes de hablar con los trillanos para explicarles cuáles son los pasos para llevar a cabo un corto de animación, el director proyectó ambos cortometrajes en el salón de plenos del Ayuntamiento de Trillo, recibiendo a su término una sonora ovación por cada uno de ellos.

Mientras estaba en Trillo, Solís recibió la noticia de que Cuerdas había recibido el primer premio del XIII Festival Mundos Digitales en La Coruña, “al que no asistí puesto que tenía el compromiso firme de venir hoy aquí a dar mi conferencia en el Julio Cultural”, afirmó. Recibió entonces la segunda ovación de la tarde.

Posteriormente, el director explicó con toda profusión de detalles, y, naturalmente, apoyándose en imágenes, el proceso para crear un corto de animación. Eso sí, la llave mágica para que sea un éxito, no la tiene nadie. “Tuve un jefe que decía que si tuviéramos las claves para que un videojuego fuera un éxito, todos los serían, y no es así. Quien se lo crea, está muy equivocado. Sí sé cuál es la clave de fracaso, que es no darlo todo”, afirmó.

Sobre su generosa gira por la provincia presentando su trabajo, Solís decía que “para mí, es algo que le debo a Guadalajara, solo he recibido cariño en esta provincia y es un honor mostrar mi trabajo allí donde me llaman”.

Pedro Solís nació en Barcelona. Llegó a Guadalajara a los tres años. Aquí creció y definitivamente se radicó, adquiriendo por tanto el título de alcarreño. En Guadalajara estudió y se tituló con el grado superior de tecnología electrónica. Una afición irresistible le mantuvo muchas noches en vela sentado frente al ordenador aprendiendo a modelar objetos en 3D que, sin duda, fue el germen de lo que es su brillante carrera cinematográfica actualmente.

Tal fue su empeño en el celuloide que a los 30 años decidió abandonar la estabilidad de su trabajo y se lanzó a la aventura del sector del videojuego, en el que ha desarrollado diferentes tareas, desde artista 3D a coproductor en numerosos títulos para PCs y consolas.

Ha participado como artista 3D en cortometrajes de animación como Las aventuras de Tadeo Jones y El sótano maldito. Su primera película como director y guionista fue La Bruxa, galardonada con el premio Goya 2011 al mejor cortometraje de animación y algunos otros premios importantes. Según comentó en Trillo, ese primer corto está inspirado en el nacimiento de su hijo Nicolás, con parálisis cerebral.

Después trabajó como director de producción en la película Las aventuras de Tadeo Jones en 2012. Su segundo cortometraje como director y guionista, Cuerdas, obtuvo, como es bien sabido, el premio Goya en 2014. En este caso, como Solís reconoció también en Trillo, recibió la inspiración de la canción Y al final de Enrique Bunbury: “Y al final
te atare con todas mis fuerzas mis brazos seran cuerdas al bailar este vals”. “Oyéndola, visualicé el corto”, afirmó.

Después de una profusa explicación de su trayectoria personal y sobre cómo se elabora un corto de animación, el director respondió a cuantas preguntas le formularon los trillanos. Al terminar recibió la tercera y última ovación de la tarde. Antes de marcharse, recibió un detalle por parte del Ayuntamiento de manos de la concejala de Cultura, Mayte Blanco, que le felicitó por su participación en Trillo y le dio la enhorabuena por su nuevo reconocimiento.