El Ayuntamiento de Trillo señaliza la red de Senderos locales del Municipio

Los elementos han sido elaborados en madera y forja artesanal. En su fabricación se han empleado materiales de primera calidad, utilizándose maderas tratadas en autoclave nivel IV y bandejas gráficas resistentes a la intemperie y con protecciones antivandálicas. A través de esta extensa red, una de las más completas de la provincia de Guadalajara, formada por 5 Senderos Locales que suman cerca de 50 kilómetros de longitud, tanto los vecinos de Trillo como los visitantes podrán conocer y acercarse al valioso medio natural con el que cuenta el municipio.

En su recorrido podrán descubrir aspectos tan interesantes como qué son los meandros del Tajo, curiosidades de la fauna y la flora autóctonos, antiguas tradiciones y costumbres en Trillo y muchas otras cosas interesantes que merece la pena conocer y disfrutar.

RED DE SENDEROS LOCALES DE TRILLO
SENDERO LOCAL 1: CAMINO DE VIANA
Inicio Trillo
Final Tetas de Viana
Tipo Ida y vuelta
Distancia 11 km
Duración
Andando 5 h
En bici 2 h
Dificultad Media-baja
Ciclabilidad Media

Este bello itinerario nos lleva desde Trillo a Viana de Mondéjar que se encuentra a poco más de 5 km de este lugar. En su tramo final existe una desviación de la ruta que nos permitirá ascender a las Tetas de Viana, uno de los emblemas naturales de este territorio.

El recorrido se puede hacer íntegramente a pie, o bien dejar un vehículo de apoyo en Viana, y efectuar la vuelta a Trillo por carretera.

Nuestra ruta comienza en la calle Viana en dirección al circuito de motocross, y algo más allá, llegaremos a las instalaciones deportivas de Trillo. Al dejarlas atrás, encontraremos el sendero que parte a mano izquierda y que se encuentra señalizado con un panel.

Tras recorrer unos 300 m desde el inicio del sendero, alcanzaremos una curiosa formación rocosa denominada Silla del Caballo, desde donde disfrutaremos de unas sorprendentes vistas del pueblo de Trillo, el río Tajo y el histórico lugar en el que se ubica el Real Balneario de Carlos III. Tras pasar este mirador natural, el camino se adentra en la Entrepeña, una grieta en la roca por la que discurre la senda.

La ruta continúa en ligero ascenso atravesando el espectacular bosque mediterráneo, en el que dominan la encina, el quejigo, el enebro y las sabinas, mezclados en algunos tramos con bellos pinares. Merece la pena detenerse para observar en detalle la infinidad de especies vegetales que pueblan estos montes.

A los 4,8 km del inicio, llegaremos a la ladera de las Tetas de Viana, de cuyos pies parte un camino que, si lo ascenderemos por la ladera norte de la teta más oriental, nos conducirá en un recorrido de 1,4 km al collado situado entre ambas tetas. En este punto, el camino enlaza con el Sendero Local 1 “Camino del Collado”, pudiendo subir hasta la cima de la teta occidental, o descender por la ladera sur de las tetas hasta el pueblo de Viana de Mondéjar.

En caso de decidir no ascender a las Tetas de Viana, caminaremos otros 2,2 km hasta Viana de Mondéjar. Para ello giraremos a la izquierda y descenderemos gradualmente por la ladera norte de la teta oriental a través del valle de un arroyo. Este tramo nos descubrirá una singular vegetación formada por árboles de ribera y por valiosas especies de arbustos mediterráneos. Veremos, además, un bello colmenar en el que los enjambres se disponen en el interior de “vasos” o tocones de árboles ahuecados, como se hacía antaño.

Tras unos 11 km de recorrido, alcanzaremos Viana de Mondéjar, un pueblo bellísimo y cargado de historia, asentado sobre un elevado cerro de piedra caliza y protegido por una gran muralla natural de roca.

SENDERO LOCAL 2: CAMINO DEL COLLADO
Inicio Viana de Mondéjar
Final Tetas de Viana
Tipo Ida y vuelta
Distancia 5 km
Duración
Andando 3 h
En bici 1 h 30 min
Dificultad Media-baja
Ciclabilidad Baja

Este itinerario se inicia en el núcleo urbano de Viana de Mondéjar y nos lleva a la teta más occidental, a una altitud de 1.144 metros, desde la que disfrutaremos de la que probablemente sea la vista más espectacular de la comarca: podemos divisar los ríos Tajo, Tajuña y Guadiela, así como numerosos pueblos entre los que se incluyen Trillo y Viana de Mondéjar.

Esta excepcional atalaya ha sido utilizada a lo largo de la historia por diversas civilizaciones, ya que desde ella se domina una vasta extensión de terreno que incluye la comarca de la Alcarria y la gran parte de la provincia de Cuenca.

Junto al albergue de Viana de Mondéjar, dispuesto para los peregrinos que realizan la Ruta de la Lana en su camino hacia Santiago de Compostela, encontraremos un panel informativo que nos indicará el lugar de inicio de nuestra ruta.

El camino parte paralelo al cauce de un pequeño arroyo y, a unos 300 m del inicio del recorrido, nos desviaremos hacia la derecha en una pista que nos conducirá por el fondo del valle en nuestro ascenso. La subida por la ladera, hasta alcanzar el collado entre las Tetas de Viana, nos brindará unas preciosas vistas del pueblo de Viana de Mondéjar y del valle del río Solana que merece la pena contemplar.

Desde el collado, deberemos girar a la izquierda tomando una senda al pie de la teta occidental, rodeándola para alcanzar la escalera para ascender a la cima. Esta senda discurre bajo los bellos cortados, poblados por numerosas especies de aves rupícolas tan singulares como la chova piquirroja, el vencejo real o el roquero solitario. La espectacular belleza de esta formación rocosa ha motivado su declaración como Monumento Natural.

Una vez llegados a la cima, observaremos una amplia explanada ocupada por prados de multitud de herbáceas, destacando entre los árboles los bellos ejemplares de cornicabra que han logrado colonizar la cima, y disfrutaremos de las espectaculares vistas que nos regala.

SENDERO LOCAL 3: MEANDROS DEL TAJO
Inicio Trillo
Final Ermita de Montealejo
Tipo Ida
Distancia 18,9 km
Duración
Andando 6 h 30 min
En bici 3 h
Dificultad Media
Ciclabilidad Alta

El más largo de los senderos locales de Trillo presenta una longitud de unos 19 km, por lo que se recomienda contar con un coche de apoyo al final de la ruta, en el que podamos realizar el camino de regreso a Trillo. A través de este recorrido, caminaremos por una pista forestal que discurre junto al cauce del río Tajo, el más largo de la Península Ibérica, en su camino hacia el pantano de Entrepeñas, que dista solo unos 500 m del punto final de nuestra ruta.

Este sendero local coincide con uno de los tramos del denominado Camino Natural del Tajo, la ruta de Gran Recorrido GR-113, que comprende una serie de itinerarios a lo largo del cauce del Tajo, comenzando en su nacimiento en la Sierra de Albarracín, para surcar territorios de Guadalajara, Madrid, Toledo y Cáceres. El trazado posee un gran interés histórico-cultural, debido a la gran cantidad de yacimientos arqueológicos y elementos culturales y naturales que se sitúan a lo largo del recorrido.

A lo largo de todo el camino disfrutaremos de unas excepcionales vistas del río Tajo, mientras seguimos las amplias curvas que marcan sus meandros antes de alcanzar el pantano de Entrepeñas. Si el año ha sido generoso en lluvias, las aguas del río estarán embalsadas también en este tramo, aumentando considerablemente su nivel. Esta abundancia de agua permite la presencia de una rica comunidad de animales acuáticos, entre las que destacan diversas especies de peces como truchas, carpas, bogas o barbos, que hacen las delicias de los pescadores más experimentados. Las aves acuáticas son también muy numerosas, siendo frecuente observar somormujos lavancos, martines pescadores, garzas reales y diversas especies de patos.

Las hoces fluviales forman bellos farallones de piedra, excavados por el cauce a lo largo de los siglos. Estos cortados, en los que ya buscaron abrigo las culturas prehistóricas, son aprovechados por diversas especies de aves rupícolas para instalar sus nidos. Si recorremos el camino en primavera, es recomendable el uso de prismáticos para observar los buitres leonados en la ladera opuesta del río. Con algo más de suerte, podremos divisar otras grandes rapaces como el águila real o el águila perdicera, que surcan estos parajes en busca de alimento. Es de hecho la riqueza faunística de este tramo del Tajo la que ha motivado su declaración como Lugar de Interés Comunitario y como Zona de Especial Protección para las Aves.

Este Sendero Local finaliza en la Ermita del Montealejo, también llamada de la Montealeja. Esta sencilla pero bonita ermita de arquitectura popular se encuentra enclavada en el término de La Puerta, que pertenece hoy al municipio de Trillo, aunque es compartida con el pueblo de Cereceda.

Si lo deseamos, desde la ermita podemos dirigirnos al pintoresco pueblo de La Puerta, que se encuentra a solo 1 km de este lugar. Para llegar a él, deberemos continuar por la misma pista forestal, que nos conduce hasta la carretera CM-2053, y tomar esta hacia la izquierda.

SENDERO LOCAL 4: CAMINO DE ÓVILA
Inicio Trillo
Final Sotoca de Tajo
Tipo Ida
Distancia 7,6 km
Duración
Andando 3 h 30 min
En bici 1 h 30 min
Dificultad Baja
Ciclabilidad Media

Este camino, actualmente adecuado como Sendero Local, fue utilizado durante siglos para llegar al antiguo Monasterio de Óvila, un antiguo monasterio cisterniense creado en el año 1.186, y hoy parcialmente conservado en el interior de una finca de propiedad privada ubicada en la parte inicial del itinerario. A lo largo del camino descubriremos bellos paisajes dominados por el río Tajo y sus cortados fluviales, y más adelante, caminaremos junto al cauce de un arroyo mientras remontamos un amplio valle en dirección a Sotoca de Tajo, punto final del recorrido.

El camino comienza en Trillo, en el antiguo Camino de la Barca. Al comenzar descubriremos pequeños huertos vecinales, utilizados históricamente por los habitantes de la localidad. Tras cruzar la carretera asfaltada por un túnel, ascenderemos por el camino que nos lleva hasta la puerta del complejo turístico del Colvillo. En este lugar, deberemos tomar un sendero que parte hacia nuestra izquierda, y que discurre entre el cauce del Tajo y los bellos farallones rocosos que lo flanquean. En primavera, disfrutaremos de una exuberante vegetación de ribera dominada por chopos, álamos y fresnos. Además, podremos contemplar a escasa distancia las diversas aves que anidan en los cortados, como el vencejo real, el avión roquero o el cernícalo vulgar.

Más adelante, alcanzaremos el camino de Trillo a Carrascosa de Tajo, que en este tramo se encuentra asfaltado. Llegados a este lugar, podemos girar a nuestra izquierda para tomar una senda que parte hacia la derecha. Remontaremos en primer lugar el barranco de El Revino a través de un bosque bajo mediterráneo, y más adelante cruza unas tierras de labor antes de descender hasta el Barranco Ruguilla, el amplio valle en el que se asienta Sotoca de Tajo.

Si podemos permitirnos dedicar algo más de tiempo, giraremos a la derecha en el camino a Carrascosa de Tajo, pasando la llamada Fuente del Piojo. Tras algo menos de 1 km llegaremos al arroyo del Estrecho, donde parte un sendero que deberemos tomar hacia la izquierda. En este lugar se encuentra la entrada a la finca de Óvila, donde se conservan los restos del monasterio de Santa María de Óvila. Parte de este monasterio fue adquirido por un magnate norteamericano y trasladado piedra a piedra San Francisco, antes de que las ruinas de Óvila se declarasen Monumento Histórico Artístico Nacional en 1.931.

Este sendero discurre en primer lugar junto al arroyo, encajonado entre bellos cortados, para más adelante abrirse en el barranco de Ruguilla, una fértil vega ocupada por cultivos y carrizales. En este lugar, nos sorprenderá la gran abundancia de pequeñas aves palustres, cuyos variados cantos amenizarán nuestro camino. Un poco más delante atravesaremos algunos campos de labor, en los que encontraremos unos espectaculares nogales y, junto a ellos, pequeñas cuevas utilizadas por nuestros antepasados, antes de terminar nuestro bello itinerario en el pueblo de Sotoca de Tajo.

SENDERO LOCAL 5: CAMINO DE AZADRÓN
Inicio Morillejo
Final Barranco de Azadrón
Tipo Circular
Distancia 5,9 km
Duración
Andando 3 h
En bici ---
Dificultad Baja
Ciclabilidad Baja

El itinerario comienza en la Plaza Mayor de Morillejo, una bella pedanía de Trillo situada a unos 14 km de este lugar, donde podremos estacionar nuestro vehículo. El camino nos llevará a través de extensos encinares, tierras de labor y farallones rocosos hasta el barranco de Azadrón, una amplia y fértil rambla utilizada desde antaño para cultivar los productos de la huerta.

A la salida de Morillejo por el camino de Arbeteta, encontraremos los depósitos de agua y las antenas del pueblo. Tras pasarlos, tomaremos el sendero que parte a nuestra izquierda, que nos conducirá hasta una zona ocupada por olivares y viñedos, un lugar lleno de encanto que rememora la forma de vida de nuestros antepasados.

Más adelante nos internaremos en un denso bosque mediterráneo, excepcionalmente conservado, dominado por encinas y pinos. Las numerosas especies animales como corzos y jabalíes, pese a ser difíciles de observar, dejan huellas en el camino delatando su presencia.

A 3,4 km del inicio del recorrido alcanzaremos el Alto del Camarote, un gran farallón rocoso profusamente horadado por multitud de cuevas o covachas, utilizadas como cabañas y parideras de ganado por los antiguos habitantes de la región. Desde esta atalaya natural, elevada frente al barranco del Azadrón, contemplaremos la vista más hermosa del camino.

A continuación descenderemos hacia el barranco del Azadrón. Pese a la gran amplitud de este, hoy en día por él solo discurre un pequeño arroyo llamado Azadrón o Fontarrón, lo que nos hace pensar en la fuerza que tomaba el arroyo que, durante miles de años, horadó este barranco. Al transitar por el fondo del valle la vegetación se hace más frondosa, como consecuencia de la elevada temperatura y la humedad que dominan en la rambla.

Al llegar al arroyo, bastará con cruzarlo y andar descender unas decenas de metros para observar las ruinas de un antiguo molino harinero, que fue utilizado para moler el grano mediante la fuerza del arroyo. Tras observar este primitivo ingenio hidráulico, regresaremos sobre nuestros pasos y cruzaremos el arroyo en el mismo lugar, para continuar remontándolo por su margen derecha.

Tras pasar al pie de un roquedo llamado El Picazón, alcanzaremos las ruinas de la casa del Tío Natalio, un buen ejemplo de las casonas rurales típicas de la comarca. Aún se conservan restos de la vivienda, la cuadra, el horno para cocer el pan, así como la cueva del vino y el lagar. En sus inmediaciones encontraremos pequeños huertos de frutales y viñas, así como dos grandes cerezos que ofrecen una estupenda sombra, en la que podremos descansar antes de continuar nuestra andadura.

Desde este lugar, ubicado a 4,5 km del inicio, deberemos seguir ascendiendo la senda, que nos encaminará al antiguo camino de Armallones-Valtablado, para efectuar nuestro regreso a Morillejo.